Te mostraré mi Fe
- Leticia Alarcón
- 7 nov 2019
- 2 Min. de lectura

"Te Mostraré Mi Fe..." Santiago 2:18
El día de ayer disfruté de una miniserie "Black Earth Rising", pero tal vez exagero al decir "disfruté", me inquietó y me hizo pensar. Esta miniserie habla sobre el genocidio en Rwanda de 1994. Despertó intensamente mi interés a tal grado que me puse a investigar todo lo que había pasado y por qué.
Me fui a dormir no pudiendo quitar de mi cabeza todo lo que ahora sabía, y desperté en la misma situación. Pronto reflexioné que mi ignorancia había sido un escudo injustificable para insensibilizarme, y que cuando "sabemos" con un conocimiento que viene de investigar intencionalmente, nuestros ojos se abren y entonces nos sensibilizamos.
La terrible tragedia en Rwanda de 1994 me hizo pensar. Leí que la mayoría eran católicos, un buen porcentaje de cristianos, un poco de musulmanes, y otras religiones. Para mi sorpresa en mi investigación supe que muchos padre católicos así como pastores cristianos participaron en el genocidio, mucha gente fue asesinada en las iglesias... Y algo llamó mucho mi atención. No hubo ningún asesinato en las mezquitas musulmanas, pues todos los musulmanes defendieron a sus vecinos y no permitieron que los mataron, los protegieron. Por supuesto sentí una decepción al saber que no fue así con los cristianos. Pero reflexioné: ¿Qué hubiera hecho yo?
Y nuevamente reflexiono: ¿Qué estoy haciendo yo? Están sucediendo terribles tragedias alrededor del mundo y en nuestro amado país también. La avaricia desmedida ha llevado al ser humano a hacer atrocidades.
¿Cuánto vale una vida? Empecé a preguntarme ¿Cuánto vale una vida? Como cristiana "sabemos" que mucho, pues tenemos el "conocimiento" de que Dios nos creó, y nos rescató. Así que sabemos que nuestras vidas para Dios valen mucho, valen todo. Para mí, mi vida también vale todo claro... Pero, fuera de nuestra familia y nuestros seres amados, ¿cuánto vale para nosotros la vida de los demás?
Me temo que tal vez no estamos conscientes que fuera de nosotros y nuestra familia y conocidos, la vida de los demás no nos está importando como le importa a Dios. Decimos que amamos a Dios pero cerramos nuestros ojos al sufrimiento de los demás, y la gente está sufriendo y muriendo sin Cristo. ¡Sin Cristo! ¿Te duele? Si no nos duele hemos sido insensibilizados por nuestro enemigo. Si no estamos haciendo nada para que eso cambie, nuestro enemigo ha ganado la batalla en nuestras vidas.
En países como el nuestro, donde hay libertad, podemos decir: "Yo creo en Dios", "Yo amo a Dios"... pero nos encerramos en nuestras casas, iglesias y trabajos, y la gente sigue sufriendo y muriendo sin Cristo. Entonces, ¿para qué le servimos a Dios? Si creemos que Jesucristo es la única esperanza, entonces compartámoslo porque Él es la única esperanza. Se necesita creerlo con todo el corazón para desear gritarlo a los 4 vientos con toda la convicción.
¿Cuánto vale una vida? Tengamos el valor de hacer que nuestra fe se muestre en nuestras acciones y digámosle a nuestros vecinos, a nuestra comunidad, a nuestro país, al mundo entero y a nuestro enemigo:
¡Te mostraré mi fe!
Gracias por existir, con el más profundo amor...
Leticia Alarcón








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