Soledad Interna
- Maritza Hernández
- 8 jul 2020
- 2 Min. de lectura

¿LUCHAS CON TU SOLEDAD INTERNA?
Sabemos que la soledad tiene que ver más con “sentirse solo”, que con “estar solo”. Podemos sentirnos solos aún rodeados de numerosas personas, ya sea nuestra familia, pareja o amistades. Cuando nos sentimos solos, evitamos relacionarnos y nos sentimos vacíos. Entonces empezamos a creer que nos retiran afecto y no somos dignos de ser amados; buscamos equivocadamente cómo compensar nuestra soledad interna, ésa que nos hace sentir tristes, estar de mal humor y frustrados. Esa soledad que nos provoca sentirnos agotados, ansiosos, con miedo, sin compañía. Pero… hay quien nos acompaña día con día sin que seamos lo suficientemente hábiles para percatarnos! Ese es DIOS, nuestro creador, nuestro Padre que nunca nos deja fuera del alcance de Su gracia, de Su amor. Las escrituras dicen que El está con nosotros.
“Sé que el Señor siempre está conmigo.
No seré sacudido, porque él está aquí a mi lado.”
- Salmos 16:8
Somos nosotros quienes nos ocultamos de la presencia, amor y gracia de Dios en nuestra propia desorientación, desilusión y abandono de nosotros mismos. Aceptar que necesitamos la ayuda de Dios para salir de esa soledad nos puede sanar y renovar nuestra mente, nuestro corazón; nos inspira a luchar, a buscar su guía. ¿En quién podríamos confiar mejor que en Dios? A Él le importa nuestro bienestar más de lo que podemos entender! El conoce nuestro sufrimiento y dolor; es quien nos sostiene en nuestros momentos más oscuros, en los que sentimos desfallecer. El Salmo 56:8 nos lo confirma: “Tú llevas la cuenta de todas mis angustias y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco; has registrado cada una de ellas en tu libro.”
Y así como necesitamos la ayuda de Dios, también necesitamos la ayuda de otros. No hay que sufrir en privado, siempre hay quien esté dispuesto a escuchar. Si compartimos nuestro dolor con los demás, empezamos a enfrentar la soledad, ya que sentimos que alguien se interesa, nos escucha, nos apoya. De esa forma recordamos la gracia y provisión de Dios.
”Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros,
y obedezcan de esa manera la ley de Cristo”
- Gálatas 6:2
Jesús enseñó perdón y amor; nos desafió a buscar al Padre, a aprender a amar, a ser compasivos, a ser amables, a tener libertad descansando en Él. No te quites la oportunidad de experimentar la compañía de Dios y empezar una vida de confianza en Él, de apoyo en Su Palabra. Él te espera pacientemente para tomarte en sus brazos, consolarte, calmarte y llenar esa soledad interna. Él espera que experimentes paz, grandes cosas a su lado, y formes parte de Su historia!!!
¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti;
a todos los que concentran en ti sus pensamientos!
- Isaías 26:3
Que tu lucha contra la soledad te lleve a confiar en Dios, a sentirte pleno en Él. Dile lo que hay en tu corazón, porque Él es nuestro refugio!
Que el amor inagotable de Dios sea tu compañía.
Con cariño,
Maritza Hernández








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